La nueva edición de uno de los premios más importantes del área de la fotografía a nivel internacional ha llegado a Madrid y queda poco para poder disfrutar de esta exposición. A través de World Press Photo y las categorías en las que se divide esta muestra, el visitante se embarca en un viaje por el planeta que deja una amarga sensación por el contenido de las imágenes, a pesar de la excelente selección de los premiados.

El mundo no funciona tan bien como creemos. Esa es la primera de las conclusiones que uno obtiene. Esta exposición genera un sorprendente contraste entre los desastres del mundo y las aspiraciones y deseos de las personas, lo que me conduce a pensar si para que unos pocos vivan tan bien, tanta gente debe pasar por esas situaciones inconcebibles.

World Press Photo posee imágenes de prensa premiadas tanto por su composición y técnica como por la plasmación sincera del objetivo en cuestión. Y créanme que hay una sinceridad abrumadora. Cuando sales de la exposición vuelves al mundo real, a las calles de Madrid (en este punto de su itinerancia) y te sientes nuevamente en tu zona de confort. Parece que dejas atrás lo que has visto pero, bien sabes que cada una de esas imágenes tan impactantes sigue pasando aunque cambie el topónimo o los sujetos. Es una bofetada de realidad que abre la mente, aprieta la mandíbula, hace que tragues saliva y nos despierta del idílico (aunque difícil e injusto también) sueño que vivimos cada día. Depende de cada uno seguir con los ojos cerrados…

Fotografía a fotografía, te das cuenta de que hablar de crisis es relativo. Continuamente existen numerosas regiones en el mundo en las que hay verdaderas crisis humanitarias pero, cambia el lugar, la magnitud y los afectados donde se producen estas. En comparación con estos lugares, da hasta vergüenza hablar de crisis en nuestro país. Sin rechazar su existencia, no me entiendan mal.

A continuación, voy a destacar algunas obras que no deben perderse, pero que no debo mostrar debido a la protección de datos de la exposición:

El primer premio fue para el danés Mads Nissen, quien nos sumerge en la escena privada de una pareja gay en Rusia, iluminada en semejanza a un cuadro barroco, denunciando los problemas de los colectivos homosexuales en este país.

Ronghui Chen expresa las consecuencias de la deslocalización que ha traído la globalización: personas que trabajan para crear objetos que ni usan, ni comprenden; siendo en este caso en particular, las decoraciones navideñas de Occidente.

El reportaje gráfico de Turi Calafato sitúa al ritmo de vida moderno bajo el microscopio y nos replantea la relación entre la conciliación de la vida laboral y personal. Obras de personas anónimas ocultas tras las persianas que expresan un equilibrio compositivo a la vez que claman por el desequilibrio emocional.

El belga Thomas van Houtryve sorprende. Gracias al uso de un dron, captura imágenes aéreas (parque público, patio de colegio y una prisión) en la que los planos, superficies y sombras le sirve como denuncia al uso de estos aparatos con fines militares.

Varios son los fotógrafos que nos trasladan al corazón de los conflictos internacionales: Jérôme Sessini retrató la contienda ucraniana. La crueldad se percibe con demasiada claridad mediante un caos de escombros, humo y sangre. Este fotógrafo tiene otra mención en esta edición gracias a un reportaje gráfico sobre el accidente del vuelo de Malaysia Airlines que fue derribado cuando sobrevolaba Ucrania, pudiéndose apreciar en las imágenes algunas de las consecuencias del fatídico accidente; Arash Khamooshi, iraní, desarrolla una escena de perdón en una ejecución pública en su propio país, manifestándose un problema que llama tristemente la atención, sin ser la única nación que lo practica pues, tiene en China a otro de sus referentes; por su parte, Bulent Kilic capta el dolor de terror y el desamparo a través del rostro de una joven turca durante las protestas al primer ministro de Turquía; y otra de sus imágenes es temible, una explosión que demuestra que la realidad supera a la ficción que vemos día a día en el cine.

Pero de entre todas estas imágenes, la más repetida desde los medios de comunicación es, sin duda, la de Massimo Sestini. Una embarcación repleta inconcebiblemente de seres humanos que añoran llegar a Europa. La imagen deja sin palabras pero, hay más. El conflicto palestino-israelí por Sergey Ponomarev; las consecuencias de otro ataque en gaza con un niño muerto sobre la arena, por Tyler Hicks; el ébola en Sierra Leona, por Pete Muller; el inmigrante banjo el coche de Gianfranco Tripodo; la contaminación medioambiental y sus secuelas desde los ojos de Lu Guang… Y que no haya nombrado al resto, no significa que no merezcan la pena. Esto ha sido únicamente una porción de una muestra tan maravillosa como dura.

La raza humana prosigue su andadura, empeñada en aprender poco de la historia. Resulta triste que haya personas que deseen vivir con una venda en los ojos aunque, es comprensible. Es la consecuencia de mirarse el ombligo permanentemente.

Disfruten y reflexionen en cada fotografía, en cada instante retenido. Piensen en el porqué de los llantos, los gestos, los gritos sordos y las figuras… Todo mostrado por y para la concienciación, se produzca o no esta. Qué más da. Todo lo que vemos seguirá pasando. Esa es la triste realidad.

En resumen, es una exposición fotográfica sobre la huella del hombre y la acción que llevamos a cabo día a día, poniendo el acento en lo más impactante de las noticias que revelan la relación que tenemos entre las sociedades que pueblan el mundo y el entorno natural.

No se olviden de estas imágenes que les invito encarecidamente visitar, físicamente o a través de World Press Photo 2015. Se aprende mucho.

Ricardo Ortega Olmedo.

World Press Photo 2015

Del 11 de septiembre al 12 de octubre de 2015.

Espacio LASEDE, COAM. Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid.

C/ Hortaleza, 63.

Metro Gran Via y Alonso Martínez.

Horario:
L a V de 11:00-14:00 y 16:00-21:00 S y D de 11:00 a 21:00

Precio de la entrada:
4€ entrada general
2€ entrada desempleados

Patrocinador de World Press Photo Madrid: Fundación Banco Sabadell.

Patrocinador Oficial: Nationale Postcode Loterij; Canon.

Organizador: Tucutucu (Producciones culturales).

Colaboradores: FNAC; Metro de Madrid; 20 minutos.

Licencia de Creative Commons
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Acento cultural, número 15, octubre 2015, ISSN: 2386-7213

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