“La única discapacidad en la vida es una mala actitud”. Scott Hamilton.

Lo que Roberto Carretero Casero (DJ Exis) y Rafael Rodrigo Toledo (DJ Croosfather) hicieron aquella tarde de abril es difícil de explicar. El equipo de DJ´s que llevaron se puso a plena disposición de unos chavales privilegiados quienes, gracias a la confianza depositada y las pautas adecuadas, pudieron experimentar por algunos minutos la brutal experiencia que proporciona ser un DJ, más aún en un lugar inmejorable, el Combo Sound Club, uno de los espacios musicales referentes en Tomelloso.

Por todo ello, escribo este artículo con el objetivo de plasmar en palabras las sensaciones que transmitían las sonrisas cómplices, la lluvia de aplausos ante cada actuación y los bailes improvisados de los protagonistas y asistentes de la “Fiesta de DJs” que se organizó desde Acento Cultural para los chicos y chicas del Club de Natación Los Delfines.

Al principio había incertidumbre en la sala, únicamente alterado por el buen ambiente en la zona superior, donde estaba instalado el puesto para colaborar con esta y otras causas como el documental “Perro, demasiado humano”. Temor ante el miedo escénico, sumado a la presión de pinchar al lado de dos profesionales en el arte de DJ. Pero los chicos y chicas no paraban de sonreír. Mientras sonaban los primeros temas en los que Rafa y Roberto demostraban su complicidad, aumentaba gradualmente la expectación. Los platos, situados en la propia pista de baile, impactaban vistos desde cerca y siendo manejados tan hábilmente. Pero Dani, como no podía ser otro (inspiración para la fiesta), fue el primero en salir a escena, atreviéndose a romper el hielo. A partir de ese momento, el evento fue, emocionalmente, indescriptible.

Las caras de los jóvenes aprendices irradiaban felicidad y el ambiente se hacía más cercano cuantos más chicos pasaban por los platos. Acercarse a cualquiera de ellos era recibir cariño y agradecimiento por lo que todos estábamos viviendo de manera conjunta. Manejaban el scratch y los turntables con una soltura impropia por la inexperiencia, pero tal era el grado de disfrute que, asimilaban las directrices que les daban DJ Exis y DJ Croosfather rápidamente. Era fabuloso ver la naturalidad con la que tocaban los discos, manejaban las teclas y se lanzaban a una improvisación llena de ritmo. Cuánto nos queda por aprender de ellos…

–¡Me encanta pinchar! –Decía Dani, mientras Justo y Carlos parecían acordar lo que iban a hacer cuando les volvieran a dejar. Isabel bailaba tanto como sonreía, bajo la atenta mirada de Mari Paz, Alicia, Jesús o Celia. Y seguían pinchando Miriam, Tamara, Mario y otros tantos protagonistas. Cerca del final, mientras se coreaba el nombre de Dani, “alfa y omega” de la fiesta, los DJs se disponían a pinchar un último tema, exhaustos y felices por el buen ambiente que habían creado. De pronto, en mitad del espectáculo, una última sorpresa: había que cantarle el “cumpleaños feliz” a Carlos. Unos últimos momentos que sirvieron de cierre perfecto.

Por todo ello, era necesario escribir esta carta y poder decir gracias a mucha gente. Primero y fundamental, a los chicos y chicas del Club Natación Los Delfines por hacernos felices, muy felices (de ahí el título de la carta). Nos aportan un cariño incondicional difícil de encontrar en este mundo tan egoísta. Siempre que estamos con ellos nos llenan de palabras sinceras que a todos nos gustan oír pero, que no siempre escuchamos. Y si además de eso, somos capaces de provocarles una sonrisa, una de las mejores cosas que puede hacer una persona en su vida, uno se siente pleno de felicidad.

Siguiendo con los agradecimientos, nombro con mucho placer la colaboración que tuvimos de los hermanos Serrano a través de su local. En el Combo Sound Club se respira historia de la música, tanto local como mundial. Huele a Loveless, a Carl Perkins, a Benny Moré, a Ricky Nelson, a Lluis Coloma… es el lugar en el que junto a buenos amigos sacamos nuestras voces a pasear con “Malagueña salerosa” o donde escuchar “You´ll never walk alone” provoca un nudo en mi garganta. Pero, este señalado día dejó paso a otra música por una buena causa: Kaney West, Bongolian, Joe Bataon… y la convergencia entre estos dos mundos unidos por esta razón, fue abrumadora, sirviéndonos de ejemplo para demostrar que, con tolerancia, todo es posible.

Por último y no menos importante, gracias a las familias por darnos la posibilidad de proporcionarles esta tarde y acompañarnos en el evento; a los voluntarios y público asistente por el buen ambiente que crearon; a Beatriz Díaz por el diseño del cartel; a Clara López Cantos y Cecilia Ortiz Torres por sus fotografías; a Gobi, al Viejo Ciervo y al Centro de Fisioterapia Belló por su patrocinio; y, especialmente, a José María Belló y Elena Álamo por su grandísima predisposición a cualquiera de las ideas que surgen desde nuestra Asociación Acento Cultural y quienes han de saber que son un referente para nosotros.

A todos, muchas gracias por un día tan feliz.

Ricardo Ortega Olmedo.

Fiesta de DJs

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Acento cultural, número 8, abril 2015, ISSN: 2386-7213

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